divendres, 31 de maig del 2013

Un emprendedor frustrado. Eliseu Santandreu en Expansión el 27-5


Este es el caso de un aspirante que, atendiendo a los consejos de diversos entes y organizaciones, que no se cansan de proclamar que para solucionar el desempleo, lo mejor es poner en marcha un negocio propio. Nuestro personaje se impresionó con ese mensaje y decidió poner en marcha su propio negocio.
Tras constituir la sociedad, gastando en ello el dinero de que disponía más el que le prestaron amigos y familiares inició la consabida procesión por varias entidades financieras, en busca de la imprescindible liquidez para financiar inversiones y circulante. Las seis entidades financieras consultadas coincidieron en que consideraban el proyecto muy oportuno y útil, pero le exigían garantías reales o personales.

Cansado de las reiteradas negativas bancarias, alguien le sugirió que consultara a algunas sociedades de capital riesgo y Business Angels. Tras contactar con varias de ellas, todas ratificaron la bondad del proyecto, pero declinaron la posibilidad de financiarlo alegando que no invertían en nuevos proyectos, dado que no contemplaban la modalidad de capital semilla. Una prueba exhaustiva de ayuda a los emprendedores.

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dimarts, 14 de maig del 2013

El colmo de lo absurdo. Eliseu Santandreu en Expansión el 13-5.


El presente escrito no pretende echar más leña al fuego, porque ya basta con la que arde. Sin embargo hay situaciones que no pueden pasarse por alto, sobre todo cuando no se sabe si se trata de una burla o de una estupidez administrativa que, por supuesto, ningún responsable aclarará como es su costumbre, aunque sus costes los pagan los ciudadanos.

Se trata del caso de la joven de Tortosa que se ha visto inmersa en un lío burocrático por el que la Administración le reclamaba que había cobrado un céntimo -0,01 euros- de más de lo que le correspondía por su prestación de desempleo.

Siguiendo el procedimiento de reclamación de impuestos impagados, la joven recibió una carta certificada en la que se le reclamaba la devolución de ese céntimo que había percibido de exceso, como si le acusaran de haberlo robado, cuando en todo caso era error de la propia Administración.

Conminándola con el lenguaje habitual de la Administración cuando se trata de recaudar, se le recordaba que si no hacía efectivo el pago del céntimo antes de un mes, debería abonar un 20% de recargo y, si pasado el plazo reglamentario para realizar el pago voluntario de 30 días, se iniciaría la vía de apremio según lo que dispone el artículo 32/2 del Real Decreto 625/1985. Por cierto sería hora que la Administración redactara los requerimientos, que significa avisar o advertir,  de forma que no sepa a amenaza.
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dilluns, 6 de maig del 2013

¿Estafa o abuso? Eliseu Santandreu en Diari Sabadell 2l 2-5


Recientemente un periódico catalán de gran tirada diaria publicó la carta de un lector en la que el firmante exponía lo siguiente: «He recibido un cargo de 140 euros de un banco español de primer orden en concepto de comisiones por el “uso” de una tarjeta de crédito. Tras remover cielo y tierra llegue a averiguar que tiempo atrás me enviaron una publicidad al buzón de mi casa en la cual me ofrecían una tarjeta, con la condición de que si no la utilizaba por tres veces, la entidad me cargaría una comisión, que coincide con la que ahora me han aplicado. Como sea que ni abrí la carta por no ser la entidad con la que venía trabajando habitualmente, al no realizar ninguna operación, el banco procedió al cargo citado»

Es sobradamente conocido que la mayoría de la gente no suele –solemos- abrir los sobres de lo que presume –presumimos-  que contiene publicidad que de antemano no es de nuestro interés y la tiramos a  la papelera. Aquellos que se atreven a leer la misiva se suelen encontrar con que está redactada de tal manera que no se entiende absolutamente nada por lo que también acaba en la papelera.


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