diumenge, 29 de juliol del 2012

Bienvenidos vigilantes. Eliseu Santandreu en Diari Sabadell el 13/7.

Suponga el lector que un cuñado suyo, el típico libertino que existe en toda familia usa un coche deportivo que aún no ha pagado al concesionario; presume de Rolex; vive en un ático aunque lo tiene embargado por impago; veranea en Menorca y esquía en Baqueira para codearse con los políticos; viste trajes y camisas a medida; tiene carnés de todos los clubs vips, incluido el de la Llotja del Barça, un buen día le pide a usted que le preste 200.000 euros porque se encuentra en una situación de falta de liquidez aunque es “temporal” ¿Se los prestaría usted conociendo su forma de vida?¿Le avalaría usted un préstamo bancario? ¿No tomaría muchas precauciones, e incluso se lo negaría?

¿Cómo actúa un Banco cuando un cliente le solicita un préstamo importante? En primer lugar le exige toda la información referida a sus ingresos; la declaración de renta; demostrar que está al corriente de sus obligaciones fiscales; le exige depósitos y compensaciones económicas que, además de proporcionar negocio a la entidad prestamista, las puede utilizar de cobertura ante posibles irregularidades. Además, le exige garantías colaterales y derecho prioritario de cobro en caso de quiebra. Una vez concedido el crédito, el seguimiento es draconiano. Cuando ese cliente tenga la cuenta en descubierto recibirá una llamada reclamándole que regularice la situación de inmediato.  

Si en esos domésticos casos se toman tantas prevenciones, no debe extrañar que las autoridades europeas exijan duras contrapartidas por las ayudas que conceden a sus países socios. En el caso de España, la Unión Europea y el BCE, la consideran como el cuñado manirroto o el cliente potencial incumplidor del Banco, por lo que exigen fuertes y muchas garantías para que cumpla con los compromisos requeridos.

.

dimecres, 11 de juliol del 2012

Víctimas de su torpeza. Eliseu Santandreu en Expansión el 10 de julio.

Una empresa líder en su sector y varias décadas de existencia,  empezó a detectar un fuerte deterioramiento en sus resultados al inicio de la crisis, que posteriormente aún se agravaría mucho más. 

Con sus recursos financieros tuvo que reestructurarse asumiendo un alto coste. Renunció a un proyecto internacional que le hubiera supuesto un crecimiento espectacular. Vendió activos no estratégicos que mermó su solvencia. Como era proveedora de varias Administraciones, la morosidad que éstas le supuso le obligó a aplazar pagos a sus proveedores. El nivel de endeudamiento, hasta entonces un aspecto testimonial por su política de autofinanciación, se disparó hasta una situación insostenible.

En solo tres años, sus habituales buenos resultados se tiñeron de rojo. Traicionando la política de la empresa de no endeudarse externamente, decidió solicitar líneas de crédito para el circulante y un préstamo a largo plazo. Para ello, eligió una entidad que entonces era una Caja de Ahorros, caracterizada por ofrecer préstamos a promotores, constructores y préstamos hipotecarios sin exigir demasiados requisitos.

.