La multinacional sueca
IKEA convocó recientemente la selección de 400 puestos de trabajo para su centro
en Alfafar (Valencia) Para cubrir
esa demanda se presentaron más de ¡¡100.000 personas!! La proporción entre demanda y oferta fue
de 250 candidatos por puesto de trabajo, a partes iguales entre mujeres y
hombres, la gran mayoría jóvenes.
Sirva el prolegómeno para
poner de manifiesto la enorme dificultad que supone a los jóvenes menores de 25
años el acceso a un puesto de trabajo, con independencia de la categoría
laboral, calidad del contrato y condiciones económicas. Esa amarga realidad contrasta con la euforia del Gobierno y las
soflamas triunfalistas a las que nos someten a diario los gobernantes. España ostenta el deshonor de ser el país de la
UE con la mayor tasa de paro juvenil, incluso adelantando a Grecia que hasta
ahora era el furgón de cola.