Cuando se trata de demostrar
algo, suele resultar muy práctico recurrir a establecer comparaciones entre lo
se desea conocer con unos parámetros análogos para cuantificar o valorar lo que
se busca. A esa praxis recurriré para exponer lo que les pretendo comunicar.
Aunque la primera
comparación pueda parecer anacrónica y trasnochada recurriré a convertir en
pesetas los euros actuales lo cual facilitará la evolución de un escenario
durante un período de solo hace diez años al actual.
Un ejemplo puede ser el
sueldo del banquero mejor retribuido de la banca española, Alfredo Sáenz del Banco
de Santander que asciende a 12,7 millones de euros. Esa cifra equivale a una
retribución total de 2.108 millones de las
antiguas pesetas anuales. (Si lector, lo ha leído bien) Esa comparación nos
permite ahora plantearnos:
¿Alguien con un nivel normal de memoria recuerda que los sueldos en pesetas
–antes del año 2002- eran similares? ¿Se ha aplicado al señor Sáenz el IPC
anual correctamente?