No entraré en los
detalles y efectos que puedan suponer en la Economía los recortes adoptados por
el Gobierno, en cumplimiento a las normas dictadas por Europa, como acreedores
de España, porque ya se han debatido hasta la extenuación y es harto sabido. Sin
embargo, en esos recortes no se hace alusión a que en el Estado español aún
exista la friolera de 73.500 políticos ocupando puestos en las distintas Administraciones;
miles de asesores que, sin haber hecho oposiciones cobran un buen sueldo y un
dudoso nivel de eficiencia de su labor; que cada día se gasten 2,5 millones de
euros en operaciones de misiones militares internacionales o que, a pesar de
las repetidas promesas en eliminarlas, aún hayan 2.400 empresas públicas, sin
que se sepa con exactitud la finalidad de la mayoría de ellas, entre otras
minucias..
De los 65.000 millones
de euros que el Gobierno asegura que se ahorrarán con las últimas medidas durante
los años, 2012, 2013 y 2014, el ahorro de las medidas que afectan directamente al
Estado central es de 600 millones de euros, lo cual resulta, como mínimo, muy llamativo. Analizando muchos aspectos
que por lo visto se consideran intocables, destacan los siguientes:
a) ¿Por qué cuando se
inaugura una carretera, rodeando al Ministro o Conseller del ramo siempre figuran
no menos de cien personas, con sus coches, ayudantes, guardaespaldas, fuerzas
del Estado…? ¿Es que todas esas personas, muchas de ellas sin relación directa
con el evento? O ¿Solo cobran por salir en la foto? ¿es que no tienen trabajo en sus despachos?
b) ¿Cuánto le cuesta al
erario público, tantas reuniones diarias y semanales en Madrid, u otros lugares
de la geografía a las que se desplazan Presidentes, ministros, consellers con sus
secretarios, asesores, guardaespaldas, gastos de manutención y hospedaje, cuando
en realidad, con los actuales medios audiovisuales, la mayoría de esas
reuniones podrían celebrarse a través de una videoconferencia o con un simple
correo electrónico.
c) Por qué, disponiendo en
el aparato gubernamental de tanto asesor, consejero, experto, direcciones
generales, economistas, ingenieros y abogados, para tomar cualquier decisión se
recurra habitualmente a comités de sabios o dictámenes de expertos, que con
frecuencia acaban con un informe repleto de banalidades obvias. ¿Sobran
reuniones e informes, o sobran los departamentos y expertos que los deberían
realizar?
d) ¿Alguien ha calculado
el coste que supone los desplazamientos, alojamientos en Palacios con sus mayordomos,
cocineros, sirvientes, limpieza y mantenimiento; personal de protocolo; fuerzas y cuerpos de seguridad, del Rey,
de la reina, de los Príncipes y las Infantes para inaugurar o clausurar unos eventos que a ni a ellos
mismos les interesa en absoluto, pero se convocan para satisfacer el ego de quienes
los organizan a fin de justificar su actuación?
e) ¿Qué utilidad tiene
el Consejo del Reino? ¿De qué sirven las Delegaciones del Gobierno en las capitales
de las Comunidades Autonómicas CCAA y las subdelegaciones en las provincias con
sus correspondientes secretarías, presidencias, consejeros, coches y tarjetas de crédito y el
correspondiente coste de ubicación en edificios notables? ¿Qué utilidad tiene
el Senado? ¿Se podría prescindir de las Diputaciones? ¿Alguien sabe con certeza
qué funciones tienen asignadas, amén de acompañar a las personalidades que se
desplazan a su Comunidad?
f) Una vez finalicen los
JJOO de Londres ¿Se llegará a conocer el coste que suponen los desplazamientos
de delegaciones deportivas, Autoridades, de notables personalidades con sus familiares,
invitados y amiguetes; el coste de aviones oficiales o el de los billetes en
primera clase, las facturas en hoteles de lujo y de las comilonas en restaurantes
de moda, con cargo al erario público?
g) Aunque pueda parecer
una sorna: si resulta que estamos intervenidos al dictado de Bruselas: ¿Qué sentido
tiene mantener tanto aparato legislativo?
¿No se podría prescindir de tanto aparato estatal, al menos durante el
período de duración de vigilancia a la que nos someterán?
El poco interés y falta
de voluntad política en eliminar muchos costes producto de costumbres, vicios, actos
y gastos ineficientes e innecesarios obedece a que quienes deberían eliminarlos
son muy conscientes de que cuando
dimitan o les cesen podrán beneficiarse de esas prebendas, como han hecho sus
antecesores.
1 comentari:
Buena descripción de las cifras que mueve la política, y los políticos, que tienen montada la "botigueta" (el negocio) dentro del estado.
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