Tras unos días de
recopilación informativa en medios de comunicación especializados y solventes, seleccioné
las siguientes:
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Ante esas afirmaciones me
pregunto ¿Ellos son conscientes de que con sus declaraciones, provocan un
pánico en el entorno económico en general y en la ciudadanía en particular?
¿Son conocedores de que mucha gente, siguiendo sus consejos extrae el dinero de
sus bancos y lo depositan en Alemania, con lo cual ésta capta un dinero barato
que luego prestará a España para “salvarla”? ¿Hasta qué punto esas actitudes cumplen
las más elementales normas de la ética al lanzar esos mensajes apocalípticos
cuando la sensibilidad social ha llegado a un grado de extrema preocupación? ¿No caen en la cuenta que con su
actitud actúan como un bucle que provoca precisamente lo que ellos pretenden
evitar?
Muchos economistas y lobbys deberían hacer el papel que les
corresponde y no el de pitonisos. Siguen en su empeño de vaticinar desgracias
sin aportar soluciones ni sugerencias. Sería de agradecer que utilizaran sus
supuestas dotes pedagógicas y sólidos conocimientos en aleccionar a la gente, explicándoles
las cosas con detalle y humildad, en lugar de lanzar diatribas suicidas. En una
palabra, deberían dar mucho más énfasis en crear cultura que en aprovecharse de
la ignorancia de sus “alumnos”.
Obviamente, mientras
dure ese pandemonium las empresas no
invertirán ni que la gente corriente confiará en nada ni en nadie, mientras los
países a los que acudimos en petición de ayuda, nos considerando como un Estado
bananero. Solo se frotan las manos con fruición y avaricia los especuladores,
que alientan el caos, en su propio beneficio.
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