En el estado español se producen diariamente muchos
cruces de dinero negro –pagos anónimos que eluden el control fiscal- al no
establecer la factura correspondiente. Según informe de los técnicos de
Hacienda, la cifra de dinero negro en España, asciende a 245.000 millones de
euros, lo cual equivale al 24% del PIB. Si se pudiera regularizar esos
millones, España podría reducir en un 35% la deuda pública. En los últimos diez
años, la bolsa de dinero se ha incrementado un 33% debido a la evasión fiscal
en el sector constructor y promotor durante los años del boom. Ese porcentaje se sitúa diez puntos por encima de países como
Alemania y Francia.
En España, circulan 99 millones de billetes
de 500 euros, equivalentes a 49.591 millones de euros, que suponen el 75% del
valor de los billetes en circulación. España es el país europeo con mayor
cantidad de billetes de 500 euros. Una parte del dinero negro está en las cajas
fuertes de empresas y domicilios familiares y, el resto, en paraísos fiscales
en el extranjero.
A fin de luchar contra la economía sumergida,
recientemente, el Gobierno, ha decidido limitar las operaciones con pago en dinero
efectivo en 2.500 euros, siempre que en la operación participe un empresario o
profesional, si bien más adelante la medida se ampliará a todos los
particulares.
Aunque la Ley de Prevención del blanqueo de
capitales -Ley 10/2010- ya establecía obligaciones para todos los empresarios
de identificar al sujeto que pague en efectivo cantidades superiores a 15.000
euros, al limitarlos ahora a los 2.500 euros, las cantidades que pueden quedar
fuera de control quedan reducidos en gran medida.
En la generación de dinero negro colaboramos,
directa o indirectamente todos los ciudadanos. Sin exclusión de otros medios
intervenimos en: a) Cobrar parte del salario en dinero negro, b) deducir el IVA
de facturas 'fantasmas' c) Abusar del régimen fiscal de módulos, d) Confiar en
el corto período de prescripción de las deudas contraídas con Hacienda, e) Pagar
apaños domésticos “Sin iva” …
Obviamente, el hecho de limitar los pagos en
efectivos, implica explícitamente la necesidad de utilizar los servicios
bancarios para realizar pagos y cobros. Mayor uso del pagaré, de los cheques,
de las transferencias, de las tarjetas de crédito y débito, serán algunos de los
medios que se multiplicarán, al menos a corto plazo. La generalidad de los
usuarios de servicios bancarios aún no utilizan los medios electrónicos, lo
cual solo se dará a medio o largo plazo.
El mayor uso de esos medios que generan la percepción de comisiones
y gastos bancarios, supondrán para las entidades financieras una extraordinaria
fuente de ingresos, tanto por el número de operaciones, como por la cifra de
miles de millones de euros.
Quizás no resulte tan casual que los bancos
estén incrementando sus comisiones. Según datos del Banco de España, desde el
inicio de la crisis, las comisiones bancarias por transferencias se han
incrementado un 45,6%, es decir, veinte veces el IPC del período. La banca ha
pasado de aplicar unas comisiones máximas de cinco euros hasta los veinte euros
de media por las transferencias entre entidades, mientras las mínimas las ha
mantenido en los dos euros. En marzo de 2008, las comisiones máximas se fijaban
en 4,50 euros y las mínimas, en 2,40 euros.
Por otra parte, la banca incrementó un 22% las comisiones que cobra a los usuarios por el mantenimiento de cuentas corrientes y de ahorro. En concreto, las
comisiones por mantenimiento y administración de cuentas de ahorro se elevaron
a 26,70 euros de media, frente a los 21,82 euros correspondientes al mismo mes
de 2011, lo que supone un aumento del 22,4%.
Dado que las entidades financieras captarán
más dinero procedente de las medidas que se han expuesto, surge la pregunta ¿al
disponer de más fondos podrán dirigirlos a la financiación de empresas y
particulares? O, por el contrario, volverán aprovechar esa ocasión para
realizar operaciones especulativas, pensando sólo en incrementar sus resultados
o absorber sus excesos?
Resultará muy interesante seguir el desarrollo de todo ello.
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