dijous, 22 de setembre del 2011

Exceso de palabrería (d'Eliseu Santandreu aparegut al diari Expansión el 21 de setembre)


La recientemente designada directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha advertido sobre el riesgo de que la economía mundial “vuelva a entrar en recesión de forma inminente". Unas graves declaraciones que cuando proceden de tertulianos o de tantos profetas que a diario se dedican a presagiar tsunamis económicos, no tendría más importancia ni trascendencia. Pero la máxima autoridad del FMI, debería conocer que sus palabras no pueden caer en saco roto y que los mercados, inversores, empresas y particulares reaccionarán en función del cariz de la información recibida y, además, lo harán con la mayor rapidez.

Casi al mismo tiempo, el presidente de la Comisión Europea Durao Barroso ha declarado que la Unión Europea (UE) y el euro están fuertes y resistentes, denostando así las declaraciones de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional.

Al mismo tiempo, el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, entra en escena declarando "Si bien no hay muchas perspectivas de crecimiento económico no prevemos un crecimiento económico negativo, ni recesión", ha puntualizado al respecto. En definitiva, afirma que no hay "ninguna nueva recesión" a la vista en la Eurozona, pese a la desaceleración del crecimiento económico.



Las declaraciones de personas que ostentan una gran responsabilidad, tienen un efecto muy importante en el mundo económico, como lo demuestra el hecho de que solo conocerse las declaraciones de la señora Lagarde el IBEX-35 cayó a los 7.936 puntos, el mismo valor que en marzo del año 2009. Esos mensajes apocalípticos que luego son desmentidos por otras autoridades plantean las siguientes cuestiones ¿Qué objetivo puede perseguir lanzar mensajes de ese calibre? ¿A qué parte se le debe atribuir más razón? ¿Tanto les gusta salir en primera plana en los periódicos o ante decenas de micrófonos lanzando dardos envenenados que en nada ayuda a mejorar la ya comprometida situación a nivel mundial? ¿Es que se les calienta la boca, inconscientes de las consecuencias de sus declaraciones?

Podemos Imaginar a tres médicos consultados sobre la enfermedad de un paciente y que uno diga: “el enfermo ha desarrollado un cáncer terminal inminente” un segundo afirme “es imposible que empeore” para rematar el tercero “está muy enfermo pero se salvará” ¿Qué haría el enfermo y sus familiares?  ¿A quién deberían hacer más caso?

Con la abundancia y frecuencia de reuniones que se realizan cada día en todas las partes del mundo podrían reunirse los máximos representantes de los innumerables organismos existentes y llegar a una conclusión que permita dictar los acuerdos consensuadas para afrontarlos. Pero, ellos temen que si así fuera, el contribuyente pudiera caer en la cuenta de para qué son necesarios tantos organismos que, además, cada uno se acerca al sol que más le calienta. 

Todo lo que está sucediendo abona el terreno a los especuladores que se friegan las manos con avaricia y están encantados con ese escenario son los especuladores que ven como incrementan sus beneficios sin que nadie se meta con ellos.

1 comentari:

llorenç Gimenez ha dit...

!Hay...!!! Que miedo me dan. estos politicos que dirigen la economia, tendrian que tener prohibido hacer declaraciones publicas, haber si asi dejaba de hundirse las bolsas.