Para que se produzca el deseado crecimiento
económico, la mayoría de expertos económicos coinciden en que deben fluir los
créditos bancarios a particulares y empresas, a fin de financiar el consumo y
las necesidades en circulante e inversiones para las empresas.
Sin
embargo, existen una multitud de factores que, por diversas circunstancias actúan de cortapisas para el logro de
ese objetivo. Para mayor compresión se comentan algunos condicionantes, desde
el punto de vista de los principales agentes implicados.
BCE (Banco
Central Europeo) Las anteriores medidas del BCE
que hasta la fecha había inyectado a los bancos para que éstos los destinaran a la concesión de
créditos no consiguieron el objetivo deseado ¿Por qué? Porque los bancos
prefirieron depositar el dinero recibido, en el mismo BCE como si de ahorradores se tratara, obteniendo
así una rentabilidad superior a su coste, sin asumir ningún riesgo. En otros
casos esos recursos fueron destinados a la adquisición de activos con el mismo
fin. Ahora, el
BCE ha anunciado que a partir del próximo mes de marzo inyectará 60.000
millones de euros mensuales hasta los 1,14 billones de euros durante
casi dos años al tipo de interés inédito en Europa del 0,05%. Para evitar que
se repitan las malas prácticas anteriores, esa enorme inyección de dinero se realizará mediante compras
combinadas de deuda pública y privada.