dimecres, 21 de març del 2012

Emprendedores. Publicado en Expansion el 20 por Eliseu Santandreu

De un tiempo a esta parte, en todos los medios de comunicación la figura del emprendedor ha adquirido tal relevancia, que se diría que de ellos depende la solución de todos los problemas que nos acucian. No resulta casual que en tiempos de crisis, sea cuando más se habla de emprendedores. De ello, el tiempo ha dejado constancia. La explicación radica en que la falta de trabajo por cuenta ajena, impulsa la búsqueda del propio puesto de trabajo, aunque no siempre esa necesidad coincida con el concepto de emprendedor. 


En lugar de predicar machaconamente sobre las cualidades que deben adornar a un emprendedor, que, con frecuencia son la trastienda de una amplia oferta de cursillos, seminarios, etc, donde se resaltan como modelo de emprendedores, Inditex, Mango, Mercadona, Google, etc. como si ese fuera el objetivo pretendido, sería preferible y útil establecer líneas de financiación, asesoramiento por expertos que hayan montado su propio negocio y no por teóricos que se limitan a exponer casos y experiencias ajenas.

Aunque un emprendedor puede fracasar, entre otras razones, por: a) marketing deficiente; b) ignorar clientes potenciales y a la competencia; c) desconocer los mercados en que opera; d) errar en el producto o, e) falta de planificación, está sobradamente comprobado que el fracaso más frecuente, –algunas fuentes lo cifran entre el 80%-90%- obedece a la falta de recursos financieros.



Las medios y fuentes de financiación más idóneos para proyectos de los emprendedores son más testimoniales que efectivas. A las Sociedades de Capital Riesgo, Business Angels, Startups o Sociedades de Garantías Recíprocas, les interesa más, proyectos ya creados y en desarrollo que invertir en capital semilla o inicial. Por último, los bancos, fuente tradicional para financiar este tipo de proyectos bien directamente o como intermediarios de recursos públicos, prefieren tratarlos como simples préstamos al consumo y con una amplia cobertura de garantías colaterales, con preferencia a la viabilidad del proyecto. 

En un país tan acostumbrado a crear estadísticas, a quienes corresponda se les podría ocurrir crear una más donde figurara el número de proyectos iniciados y los rechazados, amén de y los motivos que han inducido a los mismos al éxito y fracaso. De esta forma se conocería lo que realmente sucede en el mundo de los emprendedores. También se constataría que la falta de financiación es el motivo principal de que muchos buenos proyectos no se puedan llevar a cabo, a pesar de la ilusión y creatividad de sus promotores.


Hace unos tres años un alto preboste de la política del momento, afirmó sin recato: Si surgiera un millón de emprendedores y éstos contrataran dos empleados cada uno, se acabaría el paro. Ese visionario sigue en la política activa y con alto rango.

No se pueden llevar a cabo políticas efectivas en este ámbito tan importante de la economía con visiones tan limitadas y miopes como la de ese responsable. Así estamos donde estamos.