En
los actuales momentos se está dando el caso paradójico de que alguien que reciba
un préstamo de 1.000 euros a devolver al cabo de un año, tenga que devolver 990
euros, comprensivos de la devolución del préstamo más “los intereses” lo cual
implica que el tipo de interés aplicado ha sido negativo, algo insólito hace
muy poco tiempo. Obviamente, al prestamista el efecto es el contrario.
Mientras el BCE (Banco Central Europeo) aplica
en los depósitos remunerados se aplican al tipo negativo del -0,2%; el bono
alemán a 7 años cotiza al -0,019%; Bélgica paga un 0,003% y Holanda cobra un
0,005% por los préstamos a cinco años; el bono suizo a 5 años tiene un interés
del -0,393%, el Tesoro Público español ha emitido recientemente 4.646 millones
de euros en letras a seis y doce meses al tipo de -0,005%, cuando por esos
mismos activos pagaba el 5% en el año 2012. Esos datos ponen de manifiesto que
todos los países están aplicando la misma política monetaria ¿Qué lectura puede
justificar ese fenómeno?
La explicación es que la fijación de un tipo de
interés a una operación o activo está en función de la rentabilidad deseada por
el emisor o prestamista mas la seguridad de recuperar el
préstamo. Otro efecto implicado en la decisión hace referencia al IPC (Índice
de precios al consumo) Siguiendo el primer ejemplo expuesto y, suponiendo un IPC
negativo del 2%, el poder adquisitivo de los 990 euros recuperados por el
prestamista, al vencimiento, le habrá supuesto una rentabilidad real del 1%.