Los seis primeros bancos españoles (Santander,
BBVA, CaixaBank, Bankinter, Sabadell y Popular) experimentaron el pasado 2012
una caída media de su beneficio del 82% con respecto al año 2011. Todos ellos provisionaron
en total 34.727 millones lo que supuso un incremento del 71,1% con respecto al
año anterior. Esa cifra está muy cercana a los 40.000 millones de euros que el
sector obtuvo de Bruselas para sanear las Cajas de Ahorro.
Esa media docena de bancos obtuvo del BCE la cifra
de 161.330 millones de euros que contrasta con la suma del valor bursátil total
de esas entidades que, en fecha 22 de febrero pasado era de 129.567 millones de
euros, es decir, recibieron, en su conjunto 31.700 millones más que su valor
bursátil, lo cual da una idea de su enorme magnitud.
TIEMPO DE EUFORIA
Los Presidentes de los principales bancos españoles
ven el futuro con mayor optimismo y apuestan por una progresiva recuperación. Sostienen
que a finales del presente año se producirá un cambio de tendencia en la
economía y que 2014 será el ejercicio en que se consolide la mejoría en el
repunte del Producto Interior Bruto (PIB),
Como si se hubieran puesto de acuerdo previamente, han
coincidido recientemente en lanzar un mensaje de optimismo. Han afirmado unánimemente que, si bien el pasado
2012 fue un año para olvidar, el actual 2013 será un excelente año, aunque
todos ellos han recalcado que no hay que bajar la guardia y proseguir en las
reformas estructurales, porque el peligro de una recaída está latente. Como elementos para el optimismo apuntan el aumento de la confianza por parte
de los mercados que prestan dinero; la reducción del déficit fiscal; la
confirmación en el mantenimiento del euro y superávit en la balanza comercial.