dimecres, 16 de gener del 2013

Script dividend: Incongrunte e inoportuno. Publicado en Avui-El Punt el 12-1 por Eliseu Santandreu

El scrip dividend se ha puesto de moda entre grandes bancos y  empresas que cotizan en Bolsa. Se le conoce también como dividendo flexible o dividendo elección.  Consiste en una alternativa al pago de dividendos que permite elegir entre cobrarlos en efectivo -práctica tradicional- o mediante canje por acciones. Las empresas emisoras dedican muchos medios y recursos económicos para animar a los accionistas a que se acojan esta última opción.

Su mecanismo es sencillo. Una vez aprobada la cifra de dividendo a distribuir entre los accionistas, el Consejo propone la aprobación para que los mismos puedan suscribirse como derechos gratuitos de acciones nuevas. A cada derecho se le asigna un valor (equiparándolo al dividendo a cobrar). Paralelamente se hace una ampliación liberada de capital, estableciendo una relación económica entre los derechos y las nuevas acciones. Para obtener una acción nueva se determina el número de derechos.


A la vista de las distintas propuestas o posibilidades, el accionista puede optar entre: 1) ejercitar el derecho para suscribir nuevas acciones; 2) vender los derechos a la compañía emisora a un precio garantizado (en la práctica, supone percibir el dividendo en efectivo) o 3) venderlos al mercado cuando entre en cotización el derecho (también equivale a percibirlo en efectivo aunque no a precio garantizado). En la primera opción no procede realizar retención fiscal lo cual no implica que en el momento de vender el título se deberá pagar el correspondiente impuesto.

Las razones que pueden inducir al emisor a ofrecer las diversas elecciones a sus accionistas, son, a) ampliar capital sin que el accionista tenga que realizar ningún desembolso y b) al no producirse salida de liquidez puede destinar esos recursos a otros fines y, a su vez, mejorar sus ratios de capital.

El sector bancario español fue el pionero en utilizar esa modalidad y el primer banco que se acogió a esta modalidad fue el Santander, en el año 2009. A la vista de la buena acogida que obtuvo esa propuesta entre los accionistas, se sumaron otras entidades como BBVA, Banco Popular y Bankinter, si bien cada una adoptó su oferta a sus particularidades y objetivos.

Volviendo al Santander, en el último scrip del pasado mes de octubre, el 83,57% de los accionistas con derechos de asignación gratuita prefirió recibir nuevas acciones .mientras el 16,43% restante de los titulares de derechos prefirió  percibir el dinero, lo cual supuso a la entidad tener que desembolsar 248,8 millones de euros. Lo más destacable y sorprendente es que entre ese porcentaje minoritario figuraba Emilio Botín Sanz de Santuela García de los Ríos, Presidente del Banco.

Sin embargo, los grandes accionistas del Santander no son la única excepción en optar por cobrar los dividendos en efectivo. En Iberdrola, la elección de percibir en efectivo el dividendo la práctica del scrip dividend desde hace dos años ha provocado que sus grandes accionistas, que prefirieron del cobro en efectivo, hayan visto diluido el peso de sus acciones en el conjunto del capital. Bancaja (ahora Bankia), que tenía un 5,7% en 2009, tiene ahora un 5,3%. BBK (ahora Kutxabank) controlaba el 6,8% en 2009 y ahora posee el 5,3%. También su primer accionista ACS, con el 15% del capital cobró el dividendo en metálico y al parecer no tiene intenciones por las acciones liberadas en el futuro.

En Telefónica, los componentes de su núcleo duro también optaron por recibir dinero, en lugar de acciones. En Repsol, que se estrenó el pasado 2012 con esta modalidad, sus dos primeros accionistas, La Caixa y Sacyr, se plantearon cobrarlo en efectivo.
Obviamente, optar por percibir los dividendos en la modalidad de efectivo, es una decisión absolutamente lícita y que suele obedecer al hecho de que el accionista precise liquidez. Sin embargo, cuando los máximos dirigentes o núcleos duros, principales impulsores de la encarnizada defensa que pueda suponer a la entidad que dirigen, que sus accionistas prefieran la ampliación de capital liberada no deja de ser como mínimo sorprendente, produciéndose una vez más, decisiones incongruentes e inoportunas que provocan confusión y desorientación entre los accionistas que prefirieron optar por las acciones.

Hasta la fecha, los accionistas a los que se les ha ofrecido el ‘scrip dividend’ se han decantado mayoritariamente por el cobro en acciones. La caída de las cotizaciones y la alta retribución de dividendos para mantener la fidelidad de los accionistas han provocado que el canje por títulos les resultara más atractivo.

Por otro lado, cuando un accionista con derecho acciones no indica lo contrario a la propuesta del emisor, por defecto se entiende que opta por el canje de acciones ratificando el interés del emisor por esta alternativa, arguyendo que si se percibe el dividendo en efectivo se aplica un gravamen fiscal, lo cual no sucede en el caso de canje por acciones.

Muchos grandes accionista aplican a los minoristas el dicho ¡Hacer lo que yo diga, pero no lo que yo haga!  

Foto: El Economista