dijous, 14 de març del 2013

Optimismo en la banca. Eliseu Santandreu a Avui-El Punt 9-3.


2012: MAL AÑO PARA LA BANCA
Los seis primeros bancos españoles (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter, Sabadell y Popular) experimentaron el pasado 2012 una caída media de su beneficio del 82% con respecto al año 2011. Todos ellos provisionaron en total 34.727 millones lo que supuso un incremento del 71,1% con respecto al año anterior. Esa cifra está muy cercana a los 40.000 millones de euros que el sector obtuvo de Bruselas para sanear las Cajas de Ahorro.
Esa media docena de bancos obtuvo del BCE la cifra de 161.330 millones de euros que contrasta con la suma del valor bursátil total de esas entidades que, en fecha 22 de febrero pasado era de 129.567 millones de euros, es decir, recibieron, en su conjunto 31.700 millones más que su valor bursátil, lo cual da una idea de su enorme magnitud.

TIEMPO DE EUFORIA
Los Presidentes de los principales bancos españoles ven el futuro con mayor optimismo y apuestan por una progresiva recuperación. Sostienen que a finales del presente año se producirá un cambio de tendencia en la economía y que 2014 será el ejercicio en que se consolide la mejoría en el repunte del Producto Interior Bruto (PIB),
Como si se hubieran puesto de acuerdo previamente, han coincidido recientemente en lanzar un mensaje de optimismo. Han afirmado  unánimemente que, si bien el pasado 2012 fue un año para olvidar, el actual 2013 será un excelente año, aunque todos ellos han recalcado que no hay que bajar la guardia y proseguir en las reformas estructurales, porque el peligro de una recaída está latente. Como elementos para el optimismo apuntan el aumento de la confianza por parte de los mercados que prestan dinero; la reducción del déficit fiscal; la confirmación en el mantenimiento del euro y superávit en la balanza comercial.


COSTE DE CAPTACIÓN DE PASIVO
Los bancos que comprenden la elite han conseguido arañar en el año 2012 más de 115.000 millones de euros en depósitos a los bancos débiles y a las entidades intervenidas, los cuales se hubieron de conformar viendo impasiblemente como sus clientes rescataban su dinero porque perdieron su confianza por malas prácticas o pura ruina, si bien esa captación les supuso unas costosas campañas publicitarias.

¿ESTÁ JUSTIFICADA ESA EUFORIA?
Las declaraciones eufóricas de los Presidentes de los bancos de elite difieren sustancialmente con las opiniones de la mayoría de expertos como Gabinetes de Estudios, Entes internacionales, Instituciones y otros medios especializados. La explicación estriba en que la visión de los bancos no coincide con la de la economía productiva, sino con la financiera y de los mercados, por lo que no debe extrañar que incluso resulten diametralmente opuestas.

La concesión de créditos por parte de la Banca en 2012 experimentó una caída del 6% con respecto al año 2011, por lo que empresas y las familias tuvieron que soportar un año más de sequía del crédito. Una preocupación añadida a la restricción del crédito es que al reducirse la oferta lo han hecho las entidades financieras. Por otro lado, las entidades financieras afirman que están dispuestas a otorgar crédito pero que un porcentaje altísimo de peticionarios no ofrecen la solvencia y garantías necesarias.

A pesar de las optimistas declaraciones de los Presidentes de los principales bancos españoles, el futuro no está exento de de riesgos. Mientras no se recupere la situación económica, la morosidad seguirá siendo preocupante y, por consiguiente el crédito seguirá en niveles mínimos.

Por otro lodo, aunque la banca ha saneado gran parte del ladrillo que figuraba en sus activos y ha logrado reducir la tensión al acceso de su financiación, aún no puede afirmarse  cuando se abrirá el grifo de la concesión de créditos, lo cual se acentuará el retraso de la deseada recuperación. Los expertos estiman que el presente año 2013 la actividad crediticia volverá a caer entre el 4% y 6%.

CONFLICTO DE INTERESES
Mientras los bancos afirman sin pudor “si la economía despertara se podría abrir el grifo del crédito”, los expertos alegan sin descanso “hasta que no se prodigue el crédito no se producirá la recuperación” ¿Quién debe solucionar ese conflicto de intereses? Sin duda, el Gobierno. Es quien debe tomar medidas urgentes para que la economía crezca, implantando medidas efectivas como una reforma valiente de la Administración, la lucha contra el fraude y la economía sumergida. Los resultados de esas medidas resultarían mucho más eficaces que la obsesión sobre recortes sociales, que ya han llegado al límite de la tolerancia. Pero, eso supone pensar más en el país que en la pérdida de los votos que suponen esas medidas.



El año en el que la banca española ha acometido un extraordinario saneamiento para limpiar sus balances del ladrillo, el crédito ha salido perjudicado. Hasta que la banca en general no se desapalanque habrán de transcurrir dos o tres años. Por otro lado, los altos niveles de desempleo limitan la posibilidad de acceso al crédito de muchas familias.

De todas maneras: “bienvenido el optimismo”