dilluns, 10 d’octubre del 2011

Causas y efectos de la prima de riesgo (Eliseu Santandreu)


La prima de riesgo se puede aplicar a todo tipo de deuda, pero aquí nos centraremos exclusivamente en su faceta de deuda soberana de los países de la Eurozona, ya que es la referencia más común y habitual en la prensa diaria.

Antes del año 1999 resultaba muy difícil comparar directamente si la deuda emitida por un país ofrecía más riesgo que la de otro, ya que la rentabilidad de la deuda de un país depende del tipo de interés que ofrezca su moneda, y de la estabilidad de ésta. Una mayor rentabilidad de la deuda pone de manifiesto el temor a una devaluación, pero no necesariamente de impago de la misma.

En 1999 se creó la Euro zona, y los once países que entonces la componían pasaron a tener la misma moneda, el Euro, aunque la moneda física tardó todavía tres años en circular. Eso significaba que todos los países de la zona tenían el mismo tipo de interés y la regulación monetaria quedaría en manos exclusivamente del Banco Central Europeo, por lo que los países miembros perdieron su soberanía monetaria.

A partir de ese momento ya resultaba posible comparar el riesgo de impago entre dos países de la zona Euro. Observando las condiciones de emisión de bonos emitidos al mismo plazo por diversos países, se conocerá las diferencias existentes entre cada país. El que ofrece mayor rentabilidad denota explícitamente un mayor riesgo de insolvencia. No hay ningún otro factor que afecte al precio de la deuda, se trata de la misma moneda, el mismo tipo de interés básico y el riesgo de devaluación afecta por igual a todos los países integrantes.





Cuando se desea comprobar el riesgo financiero de un país de la zona Euro basta comparar la rentabilidad de la deuda pública de ese país con la rentabilidad de la deuda pública de Alemania, para el mismo plazo. Si la diferencia es grande, supone que el país que se compara presenta un riesgo de impago mucho mayor que Alemania cuya deuda sirve de referencia. El inversor prefiere prestar dinero a Alemania, y en el caso de prestarlo a otro país es porque la rentabilidad es mayor y asume un riesgo potencial. Por ejemplo, si la rentabilidad del bono a 10 años de Alemania es del 3%, y la de España es del 6%, la prima de riesgo de España es de tres puntos porcentuales o 300 puntos básicos. Es decir, para una misma moneda y para un mismo plazo, un inversor prestaría dinero a Alemania al 3%, pero en el caso de España sería del 6%. Esa diferencia pone de manifiesto que los inversores temen que España no devuelve el valor nominal a su vencimiento pague y, por consiguiente, exigen mayor rentabilidad, lo cual origina la prima de riesgo.

El origen del aumento de la prima de riesgo de España fue el inicio de la tragedia griega. En 2009 el diferencial era solo de 50 puntos básicos y la bolsa española fue una de las que más se revalorizó. El estallido de la crisis griega dio lugar a la amenaza de contagio como se ha ido viendo en los últimos tiempos.

Algunos expertos sostienen que si España alcanzase los 400 puntos básicos tendría que solicitar un rescate. Otros expertos opinan que si se alcanzara esta cota transitoriamente, no supondría un problema de gravedad. Recordemos que a primeros del pasado mes de agosto, la prima de riesgo española sobrepasó los 400 puntos, aunque no pasó de un buen susto.
Si los bonos que emite España se venden en el mercado secundario con un interés exigido del 6,35% frente al 2,35% que los inversores obtienen por el bono alemán, significa que la diferencia entre ambos niveles de interés es del 4%, es decir, 400 puntos básicos. Cuando se produce una emisión de deuda la prima de riesgo se traslada a las subastas de deuda por lo que España tendría que pagar 63,5 euros por cada 1.000 euros financiados frente a los 23,5 euros que desembolsaría Alemania, lo cual se traduce un incremento de la deuda total.

¿Por qué España ha sido uno de los países más afectados? La causa principal del «ataque» de los mercados a España reside en la desconfianza sobre el crecimiento de la economía, la complicada digestión del elevado «stock» inmobiliario y la elevada tasa de desempleo. Sin embargo, el porcentaje de deuda sobre PIB —alrededor del 64%— no es preocupante para las finanzas públicas españolas ya que otros países de la zona sobrepasan ese porcentaje y mantienen una mayor valoración por las empresas de calificación que España.



Según datos del BBVA, cada 100 puntos básicos que escala la prima de riesgo española supone la destrucción de unos 160.000 empleos y el 1,2% del PIB anual. Desde el pasado 21 de julio, el riesgo país español ha aumentado 94 puntos, impacto muy cercano al anuncio del citado banco. Comparativamente, esto significaría anular el efecto positivo que los ingresos por turismo tendrían sobre la economía española en 2011