dimecres, 13 d’octubre del 2010

L'emissió de Deute de la Generalitat de Catalunya segons l'Eliseu Santandreu

La Generalitat de Catalunya ha decidido emitir bonos para financiar sus necesidades de tesorería. Un bono es la parte en que se divide un empréstito, que constituye un título de renta fija. En el caso que nos ocupa, el empréstito es de 1.000 millones de euros, ampliables a una cantidad mayor; las participaciones son de 1.000 euros y el tipo de interés fijo del 4,75% anual, con vencimiento a un año.

Expuestos esos prolegómenos, y dando por supuesto que la emisión de deuda por parte de los Gobiernos, CCAA y locales es, no solo habitual sino prudente en ciertas circunstancias, como se exponen a continuación.

Catalunya es la comunidad más endeudada de España 29.503 millones de euros en términos absolutos y la segunda en términos del PIB -15,5%- tras la Comunidad de Valencia. 


Cuando una entidad necesita financiación puede recurrir a los Bancos nacionales o extranjeros, a los inversores extranjeros, a las instituciones de inversión colectivas (Fondos de Inversión y de Pensiones). Para poder colocar la emisión sin problemas, es necesario que las entidades de calificación de riesgo dé una buena calificación. En caso de que esa calificación no sea lo que exigen los inversores, éstos optarán por: a) desentenderse de comprar bonos o b) exigir un tipo de interés superior a otra alternativa más segura, que se denomina prima de riesgo. El riesgo de tipo de interés se puede definir como aquel elemento de incertidumbre que puede afectar a una actividad económica, a una operación determinada, perspectivas de futuro, si podrá devolver o no la deuda a su vencimiento.

En el caso de Catalunya, su calificación es de A1 que equivale a un notable. Con esta calificación, los bonos de Generalitat no han tenido el éxito esperado, saldo en un caso que, con ayuda de La Caixa pudo colocar mil millones de euros a cinco años a un 5,75% ya que los mayoristas no quisieron hacerlo por menos, lo cual no supuso una solución práctica para el asfixio de tesorería que sufre la Generalitat.

Los antecedentes de emisión de deuda por parte de la Generalitat en los años 1981 y 1983, ambas en pesetas de la época y por un plazo de vencimiento de cuatro años, aspecto muy importe ya que la actual es a un año. Sin embargo, aquellas emisiones tuvieron un éxito relativo ya que, a l pesar de las llamadas del entonces President Pujol al patriotismo, tuvieron que “rematar” lo que se no suscribió las entidades financieras que aseguraban la emisión.

Aquellas emisiones fueron “vendidas” como necesarias para invertir en escuelas, hospitales, carreteras, etc. ya que las cesiones del Estado de las que entonces disponía la Generalitat eran muy distintas a las actuales y las necesidades de financiación muy diferentes. En cambio, en la actualidad está pensada para pagar las deudas con los proveedores, debido a la crisis y a otras circunstancias más prolijas de exponer.

En definitiva, la emisión es, por supuesto legal, se destinará a pagar deudas a proveedores que supondrá para éstos un alivio aunque sea momentáneo. En cuanto a la oposición, no debe extrañar que critique esa decisión ya que no debemos olvidar que estamos en precampaña electoral. De no ser así, nadie hubiera hecho el más mínimo comentario

Para el inversor es una oportunidad más de inversión, a una rentabilidad del 4,75% anual, lo cual es una buena rentabilidad, en los momentos actuales.

¿Por qué esa rentabilidad? En primer lugar por lo ya comentado que los proveedores habituales de dinero exigían una alta prima de riesgo e incluso reticencias en la concesión y, en segundo lugar, porque los inversores no están dispuestos a estas alturas a hacer sacrificios en aras del patriotismo, por lo que la Generalitat sabe que ha de ser un tipo atractivo y competitivo. Eso explica que, al ir destinado a los particulares haya optado por un 4,75% que corresponde a la banda más alta de retribución de los depósitos a un año que ofrecen las entidades financieras.

La parte positiva para el inversor es que en el caso de las entidades financieras las actuales ofertas de pasivo van vinculadas a operaciones que deben ser muy estudiadas por lo que pueden suponer, mientras los bonos de la Generalitat carecen de esa exigencia.

En definitiva, invertir en estos bonos no supone un riesgo muy alto ya que la emisión está apoyada en parte por la Caixa y, por supuesto, la solvencia de la Generalitat aún es creíble, aunque cuando se entra en este tipo de espìral, al vencimiento se suele compensar con una nueva emisión, por lo cual el endeudamiento se constituye en estructural y, por supuesto, el alto tipo de interés supondrá una partida muy importante en el capítulo de gastos financieros en los presupuestos.